lunes, 16 de diciembre de 2013

El Jugador y El Doble, de F. Dostoievski.



La semana pasada presentamos estas dos estupendas novelas de uno de los más grandes escritores de la literatura universal. Aunque es evidente que Dostoievski no es una novedad, hemos querido darle cabida ya que son dos novelas corta y asequibles que seguro os gustarán.






El jugador:
El jugador es una de las mejores obras de Dostoyevski, que contiene absolutamente todas las características de sus novelas más famosas: morbosidad, dramatismo, tensión casi intolerable, agresividad y revelación punzante y sutil de estados anímicos vividos y superados por el genial escritor. Dos pasiones principales campean en este libro: la del juego (la familia del genral del que el protagonista, Aleksei Ivanovic, es el tutor), que envenenó al propio autor, hasta pocos años antes de morir, y la de un amor (De Aleksei por Polina, hija del general, que le utiliza y se ríe de él) hecho de humillaciones, equívocos, odios y abnegación quijotesca. Obra de plena madurez por la reciedumbre de la trama y el trazado de sus personajes atormentados y complejos. El jugador absorbe al lector desde sus primeras líneas.

El Doble:  Dostoyevski combina el patético personaje, Petrovich, con el tema del desdoblamiento de la personalidad, para, superando la mera tragedia grotesca, extraer de ella posibilidades tan insospechadas como espeluznantes. Describe la vida de un funcionario del Estado ruso, Yakov Petrovich Goliadkin, quien, al ser rechazado en una comida que ofrecía su jefe por el cumpleaños de su hija, su personalidad se «parte» y enfrenta una despiadada lucha interna que enfrenta a un (super) Goliadkin con la realidad (con el Goliadkin de carne y hueso).
La obra de El Doble contiene aspectos burocráticos, existencialistas y se aborda el tema de la libertad en un tono irónico y malvado. El Doble no es más que la libertad manifestada en el deseo, el desenfreno o el engaño.

1 comentario:

chica lectora dijo...

¡y de que va?